lunes, 23 de mayo de 2011

GRACIAS, MAMÁ Y PAPÁ POR EDUCARME


GRACIAS, MAMÁ Y PAPÁ POR EDUCARME

No me des todo lo que pido
a veces sólo pido para ver cuánto puedo coger.
No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también. Y no quiero hacerlo.
Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.
Cumple las promesas, buenas o malas.
Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es un castigo.
No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o mi hermana.
Si tú me haces sentir mejor que los demás, alguien va a sufrir y si me haces sentir peor que los demás, seré yo quien sufra.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa decisión.
Déjame valerme por mí mismo.
Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender.
No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que lo haga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro.
Me haces sentirme mal y perder la fe en lo que me dices.
Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga por qué lo hice, a veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estás equivocad@ en algo, admítelo y crecerá la opinión que tengo de ti, y así me enseñarás a admitir mis aquivocaciones también.
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con la que tratas a tus amig@s.
Porque seamos familia no quiere decir que no podamos ser amig@s también.
Cuando te cuente un problema mío, no me digas "no tengo tiempo para bobadas", o "eso no tiene importancia".
Trata de comprender y ayudarme.
Y quiéreme y dímelo.
A mí me gusta oírtelo decir, aunque no creas necesario decírmelo.
J. J. BRUNET.

Texto publicado a propuesta de Itziar mamá de Adela.

1 comentario: